domingo, 22 de noviembre de 2015

El Simbolismo Mágico

El simbolismo mágico aparece durante el Paleolítico, cuando las comunidades conviven con la naturaleza; rodeadas de fuerzas tangibles e invisibles; comprensibles e incomprensibles.

    La simbología del arte prehistórico incide en exigencias primarias de la existencia humana, el misterio del nacimiento y la muerte, la necesidad de obtener alimento... Las prioridades terminan por forjar símbolos y ritos universales con los que el hombre espera hipnotizar y embrujar a sus presas. Pero la supervivencia de la especie no depende únicamente de la caza, también hay que asegurar la fecundidad. La vulva aparece constantemente sobre lienzos de las cuevas, las imágenes de estatuillas femeninas terminaron extendidas por toda Europa.


   Ya aparecen señales de ciertas creencias basadas en la continuación de la vida después de la muerte en yacimientos Musteriense. El hombre convive con sus muertos, aunque en otro plano, formando parte de la comunidad, igual que la tierra y los animales... El animal adquiría un poder mágico después de ser cazado. Se respetaba su cuerpo, como suministro de alimento, pero también su alma para aplacar el dolor del animal abatido.

    La comunidad prehistórica vive integrada en el medio, formando parte del mismo. Su suerte anda regida por poderes incomprensibles. Cualquier ser vivo es una personificación de los poderes invisibles. Los símbolos más primitivos tienen su origen en esta etapa.


    El símbolo es identificado con el deseo, el encantamiento. Recurrían a él, porque lo sentían como una realidad de efectos mágicos. La simple representación transforma el deseo en una realidad mágica, a punto de consumarse.