- El 9 de mayo celebraron el Pa Beneit en Torremanzanas. La tradición cuenta como los reinos de Navarra y la Rioja sufrieron tal plaga de langostas que requirieron la presencia del cardenal Gregorio. Un lustro necesito para erradicarla. La dureza del cometido provocó que enfermara y muriera en torno a 1048. Dejó dicho que le montarán en un caballo y que a la tercera parada de éste, erigieran el lugar donde debían enterrarle. Aconteció en los dominios de Navarra.
- En 1658 la villa de Torremanzanas sufrió una plaga similar de langostas. Llegó a traerse para combatir el desastre agua pasada por la cabeza del santo. Con ella rociaron la tierra, desapareciendo los insectos repentinamente. Desde entonces san Gregorio es venerado en la población, con ritos que le honran y alaban.
La cofradía encargada de los actos la forman los
cabezas de familia de la población, y en caso de fallecimiento ocupan su lugar las
viudas. Entre todos eligen a los festeros y al “Fester mayor”; responsable de
la celebración. El último día de fiesta, 9 de mayo, eligen los cargos del próximo año, algo más
de una veintena, encargados de sufragar y organizar los festejos. Una vez
elegidos deben buscar pareja para la conmemoración, su mujer, hija o cualquier
familiar, preferiblemente joven, “la clavariesa”. Ambos visten durante la
celebración trajes tradicionales. A modo de rito portan el pa beneit, de gran
diámetro. Antiguamente entre las conmemoraciones del primer día existía una
ofrenda de manojos de trigo, actualmente sustituidos por flores. Ese mismo día
se besa la reliquia del santo. El día mayor, parten de buena mañana todos los
festeros en procesión desde el ayuntamiento a recoger a las clavariesas a su
domicilio. Colocándoles el pan sobre
la cabeza. Una pieza de unos 6-8 kg de peso,
adornado con flores y finas telas bordadas.
La peregrinación transita todos los
domicilios hasta recoger una a una todas las muchachas. En la iglesia las
ofrendas (el pa beneit) son colocadas en fila ante el altar mayor. Las clavariesas
ocupan un lugar preferente en los actos religiosos. El agua de san Gregorio es
bendecida y guardada en botijos. A continuación reparten trozos de pan entre
los fieles. Al mismo tiempo el agua circula de mano, todos ansían beberla. Las
clavariesas vuelven a cargar con el pan, portándolo hasta el ayuntamiento.
Los
misterios de Eleusis fueron los ritos iniciáticos más trascendentes relacionados
con la agricultura. Vinculados a Demeter y Persefone, tenían lugar durante los
cambios estacionales. Acarreaba un traslado de objetos sagrados desde Eleusis
hasta el Eleusinion en Atenas. El trigo, objeto de muchas de las ofrendas simbolizaba la vida eterna.
Los misterios representaban como la vida es capaz de transformarse sin cesar,
superando a la muerte. La naturaleza y la diosa encarnan el proceso.
En las celebraciones las jóvenes transportaban sobre
la cabeza una crátera mística o kernos, destinada a perfumes e inciensos, además
de grandes kalathos cargados de frutas.
Los pebeteros
son piezas artísticas que han aparecido por el Mediterráneo que entre otras
manifestaciones representan estas ofrendas sagradas a la naturaleza. Destaca su
kalathos superior cubierto por un tocado de hojas, frutos, racimos y espigas.
Representación de la imagen que pueden llegar a simbolizar los pebeteros, la muchacha con un kalathos oferente repleto de frutas y trigo.
Pebetero
Las doncellas portadoras de ofrendas son una
pervivencia de antiguos rituales, relacionados con la iniciación y el paso de niña a mujer a través de
la ofrenda.
San Gregorio está relacionado con antiguos mitos agrarios precristianos, combatientes de
plagas. Aquellos que terminan derrocando antiguas simbologías relacionadas con la Madre
Tierra Paleolítica.

