lunes, 21 de abril de 2014

De ritos, santuarios y Exvotos

DE RITOS, SANTUARIOS Y EXVOTOS

    Los ritos vinculados al exvoto ibérico contienen una tradición milenaria, con trazas y costumbres que evocan inquietudes místicas de las comunidades paleolíticas. ¿La naturaleza no aparece simbolizada en las pequeñas estatuillas femeninas halladas en los restos de poblaciones cazadores de la vieja Europa? ¿O en representaciones posteriores de los primeros asentamientos agrarios? La diosa serpiente, la diosa pájaro evocan cultos agrícolas y estacionales… Las primeras deidades aparte de poseer aspectos agrarios son presentadas como diosas de la naturaleza, la fecundidad y la muerte. Artemis, Innana, Kore, Demeter, Tanit son representaciones de la vida, pero igualmente de la parte oscura.

    Las creencias íberas eran ante todo pragmáticas. Carente de grandes misterios. El culto de las comunidades íberas permanece ligado a concepciones míticas más primitivas, veneradoras de montañas, aguas o árboles… Giraba en torno a la salud, persiguiendo una correspondencia práctica entre la comunidad y la deidad. Deidad que en la mayoría de los lugares mantienen rasgos neolíticos, con influencia de las diosas clásicas.

   Los santuarios suelen buscar emplazamientos elevados, cuevas cercanas a fuentes, manantiales o mar. Próximos a las poblaciones, presentan espacios rectangulares.

    A los númenes venerados además de estatuillas los files les ofrecían falcatas, clavos, agujas, fragmentos de cofrecillos, pinzas, sortijas, pendientes, cadenas, fusayolas… El exvoto pretende perpetuar la ofrenda. En el caso de figurillas, muchas de ellas encontradas muestran actitudes relacionadas con la fecundidad, portando recipientes u objetos mágicos como conchas, torques o collares.

   La diosa Tanit era la regente en ciudades ibéricas como Illice, la Isleta de Campillo, apareciendo incluso en el reverso de monedas locales romanas. 






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