Religiones
y dioses nacieron para y por el servicio del hombre, como concesiones de carácter
divino, que imponen la ley humana sobre el resto del universo.
Los
primeros ritos surgen en el Paleolítico vinculados a la idea-imagen de la Madre
Tierra; creada por la inquietud de sociedades igualitarias preocupadas por
conceptos básicos como la vida, la muerte, la fertilidad o la caza. Los grupos
cazadores se sienten parte del medio, y no disponen de explicaciones ante los
fenómenos y ciclos naturales. Utilizan ritos directos con un ente de carácter
femenino. La Madre es el símbolo que todo lo une; todo lo genera. Estamos ante
una sociedad igualitaria.
Con el Neolítico surgen los primeros asentamientos, la tierra comienza a
convertirse en el bien riqueza. La diosa cobra forma de serpiente, ave o
ciervo. Ahora es la diosa del Grano. Y aparece la figura de la sacerdotisa,
capaz de interceder ante lo divino y lo terrenal. El mito de la diosa es
explicado por vez primera, surgiendo del caos y creando a partir de ella misma
mares, cielos y seres vivos... La diosa adquiere nombre; Annat, Artemis… ¡Responsable
de la fecundidad de la tierra!
El
proceso de sacralización continua su rumbo. El humano comienza a imponerse a la
natura. Según el Neolítico prospera, aparecen los primeros excedentes. Y con
ellos las distinciones sociales. Gobernantes y clases sacerdotales son
encargados de la posesión de la tierra, y los siervos de trabajarla.
La clase
sacerdotal administra los excedentes. Crean nuevos dioses autoritarios y
absolutistas, ejércitos encargados de proteger ciudades y cosechas, guerreros
que arrasen las ciudades vecinas por intereses económicos. El carácter astral,
conciliador de la diosa es subyugado al poder de una sociedad que comienza a
separarse de la naturaleza. Ritos ancestrales relacionados con la fecundidad son
usurpados por nuevos dioses, convertidos en creadores del universo. La diosa
serpiente es descrita como ser maléfico, el árbol de la diosa ahora es el árbol
de la sabiduría...
Pero los milenarios ritos de fecundidad,
vinculados a la naturaleza sagrada continuarán celebrándose, y sus
practicantes serán calificados como brujos o hechiceras...
Miremos hacia atrás… ¡¡Es difícil encontrar un rito cristiano que no
provenga de la transformación de tradiciones profanas, relacionadas con la
Diosa Madre!!

Siento no estar de acuerdo contigo. Creo que el concepto cristiano de Divinidad trasciende con mucho cualquier rito de fecundidad. Entre otras cosas porque pasa por ciclos de muerte y resurrección.
ResponderEliminarAparte de eso, yo creía que asociar la aparición de excedentes con el origen de las clases estaba ya más que superado. Lo estaba cuando yo acabé la carrera en el 89... ¿No crees que es previo a eso la existencia de la casta sacerdotal y la militar?
No sé, se me ocurre...