“El arte surge cuando el hombre crea, no como objetivo utilitario como hacen los animales, sino para representar o expresar”.
Rene Huyghe.
¿Cuándo determinamos que una obra humana adquiere el grado de arte?
La transformación de un canto natural, tallado hasta terminar transformado en la herramienta que la mente del australopiteco determina previamente… ¿No simboliza un acto de estética y creatividad?
Con la técnica abbevilliense, 800 000 a. C. el útil presenta una doble cara tallada (bifaz), una punta retocada, simetría y equilibrio casi perfecto. La pieza evoluciona hacia los 150 000 a. C. a formas más afiladas y planas, abultadas ligeramente en la base para su perfecto agarre y manejo.
¿Podríamos considerar esta perfección técnica como una obra de arte?
Estamos ante un claro ejemplo de la belleza al servicio de la eficacia. El homo Neardental era capaz de elaborar herramientas de corte perfecto, o puntas afiladas, con una ejecución y proceso que requería una preparación previa, hasta extraer la pieza de la materia prima.
Pero el arte… ¿Sólo está contenido en una imagen, modelado o escultura…?
Numerosas rocas y minerales fueron recolectados y conservados por sus formas o brillos atractivos, conchas de insinuantes formas transfirieron simbolismos relacionados con la belleza a la mente de nuestros ancestros.
Por otro lado, cada vez está más extendido el termino “creativo” para conceptos intangibles como la artes culinarias, el discurso o el propio liderazgo… ¿Acaso será porque seguimos disponiendo de la exclusividad como único “homo” capacitado para practicar el arte?
Artículo recuperado de artejonia.blogspot.com

No hay comentarios:
Publicar un comentario